El otro lado de la maternidad

Ha pasado el Día de las Madres y todos hemos felicitado por los sacrificios y todas las cosas buenas que han hecho, y no es para menos ya que ser madre es un trabajo multitudinario 24x7, pero tan gratificante como arduo. Pero hay que darle espacio a esas fallas cuyas consecuencias nos afectan en todas nuestras esferas y afectan así mismo a la sociedad.

Después de la generación baby boomers que vivieron con carencias y mucho sacrificio, varios de esos padres criaron a sus hijos con la frase "no quiero que sufras lo que yo sufrí", lo irónico es que se necesita sufrir para crecer, el transmitir inteligencia emocional es más efectivo que protegerlos de las adversidades. Esta forma de crianza se ha potencial izado con el pasar del tiempo, entonces ¿Qué ha pasado con estas generaciones?.

Se ha perdido el estímulo, la iniciativa y muchas veces los valores, se han fabricado inútiles sociales con miedo al compromiso, arrogantes, quejumbrosos sin aporte real en las soluciones. Hemos abusado de nuestros padres, ahora la tercera edad se dedica a cuidar nietos o incluso aún a sus propios hijos de 40 años, entre el sistema que nos rige y lo antes explicado la sociedad está sucumbiendo.

El sistema está ahí porque nosotros lo hemos formado, entonces todos somos responsables de lo que está sucediendo. Alguna vez demostré mi desacuerdo con los "Nini" y uno de ellos me comentó: "fue la mejor etapa de mi vida", pero mi pregunta es: ¿qué le dejó a su familia, a su sociedad o solo fue un beneficio egoísta?

El egoísmo y no ver más allá de nuestros propios intereses es lo que nos mantiene ciegos y atrapados en esta sociedad tercermundista.

Existen muchas clasificaciones de generaciones y conforme más se acercan a la actualidad van perdiendo realidad, ahora se les ha olvidado que el éxito es una montaña que se va subiendo poco a poco con esfuerzo, valores y perseverancia, la inconstancia es su sustantivo y en sus manos está el futuro de ésta sociedad. ¿Da miedo no? Los objetivos fáciles son su pan de cada día ya sea el asaltante del micro de la mañana que tiene 14 años,  una calibre 38 y su orgullo de posar en su selfie armado y con su botín o el joven Godinez sin experiencia que renuncia una y otra vez, no sólo a su trabajo si no a sus propios sueños. Y si a eso le aumentamos lo permisivos que hemos sido con las instituciones pues tenemos la nula seguridad social a la que nos han condenado.

Por otro lado ¿qué tal la inclinación parental? Usar a los hijos en contra de tu pareja porque no tuviste el valor ni la inteligencia de solucionar tus problemas. Enseñándoles como tener rencor, no perdonar y estancarse y eso es un daño que muchas veces es irreparable y va a tener efectos en todos los plazos posibles y no sólo en esos jijos si no en todo el medio en donde se desarrolle. ¿Por qué dar a la sociedad una manzana podrida?

Otro punto que ya es muy común e igual de dañino: el adultizar a los pequeños, porque se ven curiosos y nos dan muchos likes en las redes sociales pero ¿vale la pena robarles su niñez que solo van a vivir una vez? No dejarlos ensuciarse, sexualizarlos y demás cosas que no vemos porque ya lo vemos como algo normal. Son personitas no muñecos, tienen el derecho de decidir mientras esto no los afecte, entonces ahí sí entramos como guías.

Les contaré una anécdota: en un centro comercial un niño lloraba porque su mamá no le quería comprar unos tenis con lucecitas y superhéroes porque su mamá lo consideraba ridículo y poco fashion, no pude sentir más que pena por el niño y total consternación hacia la madre que no tenía ni idea de la repercusión en la autoestima de su pequeño. Por otro lado tengo igual un niño pequeño que decide qué ponerse y eso me da mucho orgullo, que a su corta edad tenga la seguridad de decir "no", de decidir qué ponerse porque es su cuerpo, de poner límites y exigir respeto. Hay veces que por ser una ocasión especial lo vestimos según algunas normas sociales y eso se le explica y lo entiende, es entonces cuando escoge otra cosa según la guía que le demos. Los límites con amor existen, es parte de la disciplina., la asertividad con la que lo manejemos depende de nosotros como padres.

Actualmente eso de que te controlaban con la mirada es cosa del pasado, ahora los niños y jóvenes buscan una razón para tu guía, cuestionan todo, hay que escucharlos y hablar con ellos pero nunca rendirles cuentas, es una delgada línea, peligrosa porque si te descuidas tantito se te quieren subir a los bigotes.

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El amor de madre o de padre es un arma o una herramienta muy poderosa, no sólo es traer una nueva vida, es moldear y guiar a un ser humano.
Las generaciones van cambiando, se van adecuando a nuestra evolución pero los valores nunca han sido y nunca serán negociables.