"Tarde o temprano la disciplina vencerá a la inteligencia"
Proverbio japonés
En este regreso a clases debemos diferenciar la participación de nosotros como padres y la participación de la escuela.
Actualmente los estudiantes se sientes acunados por la tolerancia, los derechos y la sobreprotección, y olvidan muchas veces sus obligaciones. Es bien sabido que para no "dañarlos" se han tomado medidas por demás permisivas que han afectado la disciplina de los estudiantes, volviéndolos desmotivados, desafiantes e intolerantes.
En una junta informativa en la escuela de mis hijos un titular hizo una pregunta: "¿ustedes entre estas tres opciones cual tacharían? Intolerancia, tolerancia y disciplina". La mayoría de padres de familia tacharon la intolerancia y él sabiamente tacho tolerancia. Porque si en la escuela fueran tolerantes estarían sonsacando esta mala actitud que se tiene hoy en día en nuestros jóvenes.
La escuela no va a educar a nuestros hijos, la escuela es una extensión de los valores que deben de establecerse desde casa, pero ¿qué pasa cuando no se fomentan en casa y en la escuela tienen las consecuencias adecuadas? Imagínense el nivel de confusión y la negatividad de ese alumno. Ahora los padres no regalan a sus hijos por ser incumplidos con sus labores o con sus labores si no que se van en contra de los maestros sin saber el daño a largo plazo que le hacen a sus hijos.
La disciplina tiene como base a los hábitos desde las palabras mágicas de "por favor" y "gracias", el orden, la responsabilidad, incluso el llamar a los profesores por "usted". Los valores se han perdido en gran medida como consecuencia de la actitud de los padres hacia los hijos, ya que ellos son el reflejo de lo que perciben. Un maestro me comenta que mi hijo es de los pocos que se refiere a ellos como "usted" y eso sí me lleno de orgullo pero también me dolió porque aunque no son mis hijos todos aquellos que pierden la línea de la jerarquía, son parte de la sociedad en la que tanto yo como mi familia nos desenvolvemos.
Al inicio de esta columna hice referencia a un proverbio japonés donde expresan que la disciplina vencerá a la inteligencia, y es totalmente cierto. Si uno no fomenta disciplina, valores e inteligencia emocional de nada va a servir tener a un genio ya que no sabrá explotar sus habilidades y le traerá sentimientos contradictorios inclusive se sentirá excluido e inadaptado y por demás desmotivado.
Guiar sabiamente es duro, difícil y uno sufre. Que si hace frío no lo llevo, que si llueve tampoco, que no quiere ir pues pobrecito, que qué se le olvidó; y siempre habrá algo que mal justifique faltas conductuales o administrativas.
Ser padre "gallina" es preocuparse, protegerlos, amarlos pero nunca cortarles sus alas. Hay que amar a nuestros hijos por encima de amar a nuestra zona de confort de no sentir feo. No siempre estaremos ahí para interceder por ellos, aunque queramos. Si no tienen los valores y la disciplina en la escuela menos en un trabajo formal.
¿Qué hemos hecho con nuestra sociedad? Ahora hay ninis, millenials y demás. Está bien, libre albedrío y tolerancia, pero te pregunto como padre, como líder de una empresa, como persona ¿en verdad quieres o piensas que nuestra sociedad necesita ese tipo de perfil?
Los regresos a clases siempre son un reinicio pero que no sólo sea para ellos si no también para nosotros como padres.
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