Vivimos pleno proceso electoral para elegir no solamente a presidente de la república, sino también a senadores, diputados federales, diputados locales, así como miembros del ayuntamiento. ¿Qué hace el proceso federal sui géneris? Aquí la lista:

En octubre de 2017, las rondas de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se encontraban en punto muerto. El Congreso estadounidense se encontraba enfocado en la reforma fiscal y la política inmigratoria, mientras que los partidos demócrata y republicano estaban crecientemente (pre)ocupados por las elecciones intermediadas de noviembre de 2018 –cada vez más cercanas.

Estamos a menos de un año de tener cambio de gobierno federal, hay muchas dudas, expectativas, discrepancias, pendientes. Se han generado cuestionamientos, e incluso se realizó una consulta que ha sido tanto cuestionada y defendida. A todo esto, podemos saber ¿qué es realmente lo que nos ocupa?

La democracia en México fue concebida dentro de un sistema de partidos. En sus orígenes, por tanto, el sistema electoral no otorgaba a los ciudadanos, propuestos como candidatos a puestos de elección popular, el derecho a participar en los procesos electorales de manera independiente al sistema de partidos políticos. Sin embargo, al paso del tiempo, la sociedad, y las leyes que la rigen han cambiado y evolucionado. Para 2014, el descredito de la élite política partidaria, así como la crisis generada por desacuerdos al interior de los partidos políticos en México, llevaron a la implementación de una reforma integral a las leyes electoral federal y local. A través de dicha reforma los ciudadanos, que así lo decidieran, podrían postularse a elecciones como candidatos independientes.