En 1970 Paseo Tollocan fue creado bajo el mandato de Carlos Hank González, sobre el “Camino Real” trazado por los españoles para comunicar a la Ciudad de México con Toluca.
Esta importante vialidad que conecta al Valle de Toluca, es la entrada y salida de la capital mexiquense y se ha convertido en un punto emblemático por sus monumentos, conjuntos escultóricos, particular señalización y su frondosa barrera de árboles. Sin embargo este año un proyecto activó las alarmas entre varios colectivos ciudadanos: la construcción de dos retornos deprimidos y un desnivel con acceso directo al centro comercial Galerías Toluca que implicaba la tala de casi 200 árboles.
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Ante esto, surgió el movimiento Abracemos Tollocan, que pugnaba por la cancelación del proyecto y que ganó una gran cantidad de adeptos, quienes se negaban a la tala de los árboles, aunque no precisamente a la cancelación de las obras.
De esta manera, frente a Galerías Toluca y sobre una de las áreas verdes de Paseo Tollocan amaneció un campamento para evitar la construcción de las obras, que además de simpatías se hizo merecedor a críticas pues algunos de sus integrantes estacionaban sus autos en dicha área, al mismo tiempo de que ahí fueron a hacer acto de presencia miembros de distintos partidos políticos, por lo cual se llegó a señalar que detrás del movimiento estaba la oposición local.
Sin embargo, más allá de la astucia o ingenuidad política, lo cierto es que en el centro de la crítica estaba el arraigo, el sentido de pertenencia y la falta de credibilidad ciudadana de que este fuera un proyecto que beneficiaría a la mayoría. Por lo que la gente comenzó a respaldar el llamamiento a un boicot contra Liverpool.
Ni autoridades ni colectivos parecían dar su brazo a torcer hasta que finalmente Galerías Toluca emitió un mensaje vía Facebook en el que informó que desistía de la construcción de un retorno y que buscaría adoptar parte del Paseo y sembrar 175 árboles.
Por su parte, el Gobernador Eruviel Ávila señaló: “Todo lo que tenga que ver con trasplantar o talar no lo vamos a permitir, si el proyecto permite ejecutar la obra, siempre y cuando no se trasplante ni se tale, cuenta con su amigo el gobernador”.
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Tras el anuncio de suspensión de la obra, la mayoría de los miembros del colectivo Abracemos Tollocan anunciaron su retiro del campamento, aunque otros se quedaron hasta que se diera a conocer la cancelación oficial. Sin embargo a 23 días de iniciado el campamento, un grupo armado amedrentó, golpeó y robó a 11 activistas que ahí seguían, lo que motivó una marcha. Finalmente el campamento se retiró por completo y las obras suspendidas.
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