Chankin Kinbor Chambor, maya lacandón de Chiapas subió a la tribuna de la Cámara de Diputados federal para hacer un llamado a los legisladores a erradicar los fenómenos ambientales del cambio climático que ya están afectando severamente la región maya del país.
"Pertenezco a la cultura maya lacandón y soy integrante de los bienes comunales de la zona lacandona. Me dirijo a ustedes como autoridades de la República Mexicana porque me preocupan los fenómenos ambientales del cambio climático que ya están presentes en mi región", dijo en maya.
Señaló que la desaparición de mantos acuíferos y la disminución del volumen de agua del río Usumacinta y de lagos importantes son anuncios irreversibles del impacto que el hombre ha causado en la naturaleza.
"Es importante ver que están sufriendo poblaciones enteras que de la noche a la mañana se quedaron sin el vital líquido", indicó durante su participación como invitado por la conmemoración del 2019 como Año Internacional de las Lenguas Indígenas.
A pesar del ausentismo de la mayoría de los diputados federales, Chankin dijo que "la reducción de territorios selváticos para la producción de alimentos es causada por la pobreza de los pueblos, aunque también es causada por grandes consorcios, productores de alimentos que no se detienen a pesar del deterioro ambiental que ocasionan".
Por lo que les pidió "poner atención a estas situaciones ya que los indígenas producen sin contaminar el ambiente, todavía más, nuestro trabajo enfría el planeta. Además, también pido que ya no sigan criminalizando a los indígenas ni sus productos alimenticios".
"Mis pasos en silencio son como el sereno del amanecer", finalizó.
Esta no es la primera vez que Kinbor Chambor acusa amenazas ecológicas en el territorio lacandón.
En el 2014 fue denunciado que se pretendían arrancar 2 mil hectáreas de la Selva Lacandona para los asentamientos de San Gregorio y otros más para los ejidos colindantes, con fines de agricultura, políticos y para vivienda.
Mientras que en octubre del 2019, en compañía de otros representantes lacandones, viajó a la Ciudad de México para solicitar a las autoridades que se resolviera el problema de los asentamientos humanos en la selva.
Los representantes señalaron que se intentaba regularizar la invasión en la Biósfera Montes Azules, toda vez que las autoridades pretendían cambiar el perímetro, cuyas consecuencias ya se estaban presentando como la sequía del sistema lagunario de Metzabok y Najá.
En esa ocasión hicieron un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador a que intercediera para resolver de manera pacífica esta problemática, a fin de reubicar a las personas que están asentadas en esta reserva donde habitan diversos animales y donde científicos estudian a los animales en su hábitat natural. Toda vez que el mandatario estaba de gira, no pudieron hablar personalmente con él.
A lo largo de varios años, junto a sus compañeros lacandones, Chankin Kinbor Chambor no ha cesado en denunciar la tala ilegal y el saqueo de la flora y fauna que aquejan a la reserva.
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A pesar de que esta problemática data de hace 48 años, hasta ahora ninguna autoridad ha mostrado interés en proteger este patrimonio como lo marca la ley, que por ahora cuidan los lacandones, a quienes acertadamente se les ha denominado “los últimos guardianes de la selva” que a pesar de representar tan solo el .16% del territorio nacional, alberga al 20% de las especies de plantas, el 30% de las aves, 27% de los mamíferos y el 17% de los peces dulceacuícolas del país.
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