Los bosques, parques, terrenos baldíos y barrancas en el Estado de México poco a poco se han convertido en tierra de nadie, donde proliferan los tiraderos de basura a cielo abierto, la tala de árboles, ocupaciones irregulares, cambios de uso de suelo, la extracción desmedida del agua y la contaminación. Sin estas masas forestales donde el vital líquido puede cumplir su ciclo, pues la filtran y limpian, no se pueden sostener los niveles de agua en los mantos subterráneos pero también se provoca la erosión y el desprendimiento de la tierra.
Durante el foro de parlamento abierto “Hacia una Gestión Metropolitana de los Residuos Sólidos”, realizado en la Cámara mexiquense, se dio a conocer que esta problemática ya afecta el 40 por ciento del territorio estatal.
Se calcula que la entidad genera alrededor de 18 mil toneladas diarias de residuos sólidos, es decir, casi un kilogramo por habitante, sin embargo otros datos arrojan que 26 mil toneladas sería la cifra correcta, lo que representa casi el 15% de la basura del país. A estas cifras habrá que sumar las 10 mil toneladas diarias provenientes de la Ciudad de México y con eso se llega al 24% de los residuos generados en todo México. Teniendo en cuenta que solo el 86% de los residuos se recolectan, el problema real es mayor de lo que se conoce.
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"La Zona Metropolitana (CDMX, EdoMéx e Hidalgo) consume mucha de los volúmenes de agua que se genera y se cosecha en nuestros bosques mexiquenses pero a cambio en un perverso intercambio de líquidos y sólidos, en el Estado de México recibimos estos residuos, muchos de ellos de alta peligrosidad", señaló el Diputado Max Correa. Mientras que el diputado Maurilio Hernández acusó directamente a la Procuraduría de Protección al Ambiente del Edomex (Propaem) como la principal responsable, así como a las autoridades locales por este problema
A pesar de que en noviembre del año pasado los rellenos sanitarios tenían que convertirse en Centros Integrales de Residuos (CIR) para el tratamiento y conversión regional de la basura, según la Norma Técnica Estatal Ambiental 20, esto no se ha cumplido. De los 125 municipios que integran al Estado de México, 74 depositan su basura en rellenos sanitarios aun autorizados y aunque los tiraderos a cielo abierto están prohibidos, en el territorio operan más de 20.
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Estas preocupantes cifras se replican en todo el país, pues de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) solo el 13% de la basura se tira en rellenos sanitarios y el 87% en tiraderos a cielo abierto.
Dentro de la entidad los valles de México y Toluca así como la zona metropolitana de Santiago Tianguistenco son las que generan la mayor cantidad de residuos sólidos, los cuales son destinados a diversos tiraderos que se han convertido en un foco de enfermedades y contaminación del subsuelo y los mantos freáticos a causa de la generación y escurrimientos de lixiviados.
La lluvia que cae y los lixiviados que se crean, reblandecen el suelo y sino se ha manejado el relleno o tiradero como se debe, este té de porquería llega a los mantos freáticos, lo que sucede en la mayoría de los rellenos sanitarios y en todos los tiraderos. A esto se suma el mal olor provocado por los ácidos grasos volátiles en los tiraderos, así como el CO2 y metano producido por la degradación de la materia orgánica.
RELLENOS SANITARIOS EN EL ESTADO DE MÉXICO
(t/d = toneladas diarias)
Fuente: Raúl Tovar Gálvez
En Ecatepec está ubicado el tiradero Chiconautla que contamina el lago y pozos de Acolman. Además ha sido causa de protesta por parte de los habitantes de las zonas aledañas como San Isidro Atlautenco, Santa María Chiconautla Ciudad Cuauhtémoc y Prados San Juan, quienes por más de 17 años han señalado el presunto mal manejo del lugar, escurrimiento de lixiviados ya convertido en lagunas y las enfermedades presuntamente causadas por estos factores como malestares gastrointestinales, respiratorias y de la piel como dermatitis aguda.
Con casi 10 hectáreas de predio, uno de los más grandes y problemáticos tiraderos es el de Tepotzotlán, que se extiende hasta Teoloyucan. Éste inició como un relleno sanitario en el 2003 y eventual y descontroladamente se convirtió en un tiradero a cielo abierto, conservando sus permisos por parte del ayuntamiento de Teoloyucan, a pesar de que la mayor parte está en Tepotzotlán; invadiendo el ejido Axotlán 2 y afectando directamente a las colonias de San Sebastián, en el Jaguey, Santa Cruz del Monte y la Presa. Dependiendo del aire y el clima, hay días en que la peste proveniente del tiradero es perceptible a escasos metros del centro del turístico pueblo mágico. Generando problemas como la destrucción de las vialidades, contaminación de un arroyo, presencia de fauna nociva, invasión de los respiradores del drenaje de la Ciudad de México, además de las enfermedades asociadas a los tiraderos ya mencionadas.
En la devastada Sierra de Guadalupe, pulmón del Valle de México, se ubica en la zona correspondiente a Tultitlán la basura a cielo abierto de lo que fue un tiradero de 14 hectáreas. Un asentamiento irregular llamado "Ciudad Perdida" se ha ubicado en sus cercanías.
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Mientras que en Nezahualcóyotl y sus límites con Chimalhuacán se encuentra el tiradero del Bordo de Xochiaca que recibe los residuos de la Ciudad de México y ya ha invadido terrenos federales. Fue construido en 1945 y para 1994 ya tenía 105 hectáreas y recibía cinco millones 819 toneladas de basura. Aunque en el año 2006, fue clausurado el tiradero Neza 1/2 que recibía a diario mil 200 toneladas de desechos, la problemática persiste. Debido a su magnitud, es imposible contener la cantidad de residuos que hasta la fecha se desbordan de sus límites.
Por su parte, Naucalpan de Juárez tiene un grave problema con los tiraderos clandestinos, que se creen son más de 30, ubicados en las barrancas, predios, baldíos y zonas boscosas de la carretera Naucalpan-Toluca, Río Hondo, San Francisco Chimalpa, Tepatlaxco, Puente de Piedra, el Infiernillo, la Nopalera, el Castillo, las Minas, las Chamapas, La Cebada, La Palma, Arenillas, San Mateo Nopala, Llano de las Flores, San José Poza Honda, La Rosa, El Cobradero, Huertas Chacona, Ojo de Agua y Rincón Verde. La alarmante falta de orden y operación de los tiraderos y rellenos ha provocado el taponamiento de ríos, la destrucción del medio ambiente y la contaminación de las aguas que provienen de ojos de agua. Pese a las protestas ciudadanas, los cierres son temporales pues a los pocos días de ser clausurados vuelven a operar descaradamente, toda vez que el trayecto de los cientos de camiones de basura provenientes de la Ciudad de México y los municipios mexiquenses a la redonda, son evidentes.
Para atacar este problema, el experto Raúl Tovar Gálvez del Instituto Politécnico Nacional (IPN) propone la realización de estudios de composición y generación de residuos sólidos urbanos para saber el recurso existente y qué programas deben de seguirse para el manejo integral y la separación en fuente (hogar, oficina, empresa). Aplicar este programa piloto en una zona determinada y luego extrapolarlo a toda la entidad, así como construir una composta y un digestor anaerobio, el cual genera gas natural y un fertilizante muy parecido a la composta. También propone metropolizar el problema.
"La ciudadanía debe de tomar consciencia y separar los residuos en fuente aunque el chofer los mezcle. Si en el vehículo recolector los mezclan, eso no me importa, yo ya cumplí (...) La pregunta es: ¿construimos más rellenos sanitarios o le damos la vuelta y jugamos con los rellenos sanitarios secos jugamos con la composta, producimos digestión anaerobia y de ahí pensamos en la economía circular, que es ni más ni menos que las 4 erres: reducir, reusar, reciclar y recuperar", enfatizó.
Por su parte, el Lic. Martín Alegría Jacter señaló que en 1992 se realizó la Cumbre de Río de Janeiro, en Brasil, donde México firmó el compromiso sobre el tratamiento de los residuos sólidos urbanos, que claramente no cumplió. Sin embargo Europa y Japón si lo llevaron a cabo, por lo que hoy en día, por ejemplo, España cuenta con 3 centros de tratamiento; dos plantas de biodigestión con la cual generan electricidad y composta; 1 planta de tratamientos para la generación de gas metano e inyección a la red gas; 3 plantas de termovalorización (electricidad); 1 planta de producción de combustión de residuos; y un sitio de disposición final (relleno sanitario). Esto le cuesta a cada municipio por tonelada entre 50 y 250 euros. No es barato, pero es lo que se tiene que hacer.
Al respecto hay que señalar que de acuerdo con la SEMARNAT, el 31% de los residuos son aprovechables: el 46% son orgánicos y el resto son de otro tipo. Esto quiere decir que en el Estado de México 5 mil toneladas diarias de residuos aprovechables son desechadas, mismas que a la larga se convierten en agentes contaminantes .
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La problemática por la omisión en el cumplimiento de la norma y la falta de acciones para la separación de la basura desde los hogares, no se puede entender sin los intereses económicos y políticos involucrados. Éste es un negocio millonario que beneficia solo a unos cuantos, a cambio de una muy baja inversión pues la mayoría no cumple con lo dispuesto por la ley, invadiendo bosques donde tiran los residuos sin ningún control.
La basura genera dinero, desde su recolección hasta su destino final. La Ciudad de México paga entre 200 y 400 pesos por tonelada de basura, pues no cuenta con lugares para tratar su residuo por lo que incluso ha recurrido a rellenos en Cuautla, Morelos. Pero no es la única entidad, todos los municipios mexiquenses así lo hacen.
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